domingo, 17 de marzo de 2013

Niños y Reflujo Ácido

El reflujo ácido es una condición que normalmente se asocian con los adultos. Lamentablemente, muchos niños también sufren los efectos del reflujo ácido.
Esta enfermedad, también conocida como reflujo gastro-esofágico, se produce cuando el contenido del estómago churn y se levantan en el esófago, el tubo que conecta el estómago con la boca. Un músculo entre el esófago y el estómago, conocido como el esfínter esofágico inferior, es responsable de mantener el estómago cerrado hasta que la comida se ingiere. El esfínter esofágico inferior y luego se abre y permite que el alimento en el estómago antes de cerrar de nuevo. Aunque el reflujo ácido puede comenzar durante la lactancia, se puede trasladar a la primera infancia.

Aunque son bastante comunes en los niños, la mayoría de las personas no son conscientes de su acontecimiento. En la mayoría de los casos, el proceso de reflujo gastro-esofágico se produce rápidamente, el ácido entra en el esófago y después rápidamente se remonta hasta el estómago. En este caso, el esófago no sufre daño. Sin embargo, si el ácido del estómago permanece en el esófago, que daña el revestimiento del esófago. En algunos casos, el contenido del estómago se levantan hasta el final en la boca, sólo para ser tragado de nuevo. Este proceso provoca una serie de síntomas tales como tos crónica, o una voz ronca. Los síntomas más graves pueden incluir dificultad en la deglución, respiración sibilante y neumonía crónica.

Cualquier persona que sospeche que su hijo padece de reflujo ácido, en caso de que el niño visto por su pediatra. Después de examinar al niño y la evaluación de los síntomas, el médico puede realizar pruebas para diagnosticar si el reflujo ácido está presente. A menudo, el médico comenzará el tratamiento antes de la prueba para el reflujo ácido.
En una de las pruebas, llamado GI superior de la serie X-ray, el hijo de rayos X se toman después de haber recibido un vaso de bario para beber. Esta prueba en particular se utiliza con éxito para localizar hernias de hiato, bloqueos y otros problemas gastrointestinales.

Otra prueba, pensado para ser más eficaz que la de rayos X, es la endoscopia. Por lo general, el niño es sedado y puesto a dormir durante la prueba. Un endoscopio, que es un tubo delgado y flexible de plástico con una cámara fijada al extremo, se coloca entonces en el interior de la garganta. Con la ayuda del endoscopio, el médico es capaz de examinar directamente el revestimiento del esófago, el estómago, y una porción del intestino delgado. La endoscopia también permite al médico realizar una biopsia y no sin dolor.

Sin embargo, otra prueba, la sonda de pH esofágico, también se pueden usar. Esta prueba consiste en utilizar un alambre extremadamente ligero y ultra delgada con una punta del sensor ácido e insertándolo a través de la nariz del paciente y en el esófago inferior. Este método se utiliza para detectar y registrar la presencia de ácido en el estómago en el esófago.